lunes, 27 de junio de 2011

Balada de Esperanza


  por Edom de Caloca
(Tulancingo, 12 de octubre de 2009)

No te encontré y caminé tanto,
Para alcanzarte machaqué a la flor
Dejando su llanto bajo mi zapato.

Para hallarte erré el camino,
Perdido en mil rumbos
Tuve el norte confundido,
Porque te quise ver
Y fue tu rostro el espejismo,
Mi ilusión y mi guía
¡Infeliz alma a quien seguía!
Ese recuerdo amado que eres tú,
Aún bajo los rayos hirientes del Sol.

“Y si el cansancio me hace renegar
Será mi constancia, mi necedad amarga
La que me haga alcanzarte” me decía

Atravesando los campos discurría
Y el miedo tejió en tul
Una zaya que al encontrarte
Me haría prisionero del silencio
Pero marché, al redoble de mis latidos
Porque te quise ver, y era vital mi deseo
Y me supe posible en mi vaguedad
Y sentí en mí hormigueos hirvientes;
La voluntad ardiente como hielo o lumbre.

Bajo el cielo infinito y luminoso
El peso de siglos y momentos esquivos
Se volvía leve ante tu inminencia
Para un solitario que un día de octubre
Te intentó ofrendar su locura y su razón.

Ahora me marcho, pero los caminos iran
una vez más a confluir, como el agua
del mundo  en un solo océano,
Y
 Entonces…

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